Aunque recientemente las bicicletas han sido noticia por la cantidad de accidentes sufridos, según las estadísticas, el riesgo de tener un accidente en bicicleta, es menor que en coche. Por cada cien mil desplazamientos, las bicicletas sufren 0,9 accidentes, frente a los 1,3 que sufren los vehículos. Lo que falta ver a esta estadística es la consecuencia de dicho accidente en uno u otro transporte.
Según estas mismas estadísticas, en 2015 murieron 441 personas en vías urbanas, de las cuales 10 fueron ciclistas, según el anuario publicado por la DGT, algo que denota un gran descenso de mortalidad, pues en el año 1993 esta mortalidad alcanzó los 39 muertos. Pero estas cifras que parecen descender, debido a el aumento de los usuarios de las bicicletas tenderán de nuevo a subir, debido a esa mayor proporción de ciclistas; según se desprende de las estimaciones, sobre todo en ciudades como Barcelona, dónde se espera aumentar hasta 300km el número de carriles bici disponibles para los ciclistas.
Por otro lado, las bicicletas, en muchas ciudades comparten espacio con los vehículos a motor, por lo que en muchas ocasiones su integridad física depende más de otros que de sí mismos y de haber un accidente en biciclerta, este puede ser mortal, lo que genera miedo en los ciclistas más nóveles, que deciden pedalear por las aceras y sentirse más seguros. Esta decisión de circular por la acera ya sea por el carril o sin él, transfiere su miedo a los viandantes que son los que se vuelven temerosos ante las bicicletas. Es un círculo, al que se le debe poner solución, mediante educación vial y concienciación ciudadana.
En definitiva; ir en bicicleta, es menos peligroso que ir en moto o en coche e incluso que caminando.