Si hay una frase que siempre se repite en el mundo de la bicicleta, ya sea esta de ciclismo o de montaña, es aquella de que “cada culo es un mundo”, pues en algún momento de nuestra vida deportiva, ya sea al inicio, a mediados o al final, uno se enfrenta a la realidad de que no está cómodo en su bicicleta y casi siempre, esta incomodidad está relacionada con los sillines. Unas veces porque se ha hecho viejo y sus características amortiguadoras se deterioran, otras por cambios en nuestra fisionomía y en otras por el cambio de disciplina deportiva o de bicicleta, por poner varios ejemplos.
Como es sabido, en el mundo de las bicicletas el sillín es una pieza clave para disfrutar de nuestras escapadas. Tal vez si son breves no lo notemos demasiado, pero cuándo pasamos de bicicleta de montaña a ciclismo o pasamos de hacer rutas de 20 kilómetros a rutas de 100, entonces esta sensación de incomodidad se acrecienta. Para evitar estos inconvenientes, los sillines de nuestras bicicletas son unisex y con la suficiente ergonomía para valer a un gran nicho de clientes, pero si tras años usando nuestras bicicletas o si notas que no te sientes a gusto pedaleando, lo primero que debes pensar es en un nuevo sillín.
Si has decidido cambiar de sillín, aquí te vamos a explicar los tipos de sillines que te puedes encontrar.
- Mujer, hombre, unisex. La fisionomía de la estructura ósea de la mujer y el hombre son diferentes y este tipo de sillines se basa justamente en eso, en diferenciar su fisionomía a la hora de su diseño.
- Antiprostáticos: Estos sillines tienen una cavidad en el medio que evita la presión en el perineo y alivia posibles molestias. Dependiendo de cada individuo y sus preferencias esta apertura es mayor o menor.
- Anchura: Esta medida es una de las más importantes a tener en cuenta, ya que su mala elección puede acarrear molestias e incluso lesiones. Las anchuras de los sillines van de entre los 130, 143 y 155mm normalmente. Esta medida es la anchura que hay entre los isquiones, que son los huesos que normalmente se apoyan en el sillín. Como norma, salvo una estructura ósea muy estrecha, el 143 suele ser el que la mayoría de los ciclistas suele usar, pero para asegurarte lo mejor es ir a un especialista, más allá de métodos caseros que aunque suelen ser fiables, no son exactos.
- Longitud: Otro aspecto a tener en cuenta es la longitud del sillín y esto es importante para evitar molestias y cuya dimensión depende mucho del tipo de disciplina de ciclismo que practiquemos, ya sea bicicleta de paseo, bicicleta de ciclismo o de montaña.
Como extras los sillines pueden tener un relleno de gel para hacerlos más confortables o diseños especialmente concebidos para una disciplina en concreto, como veis, todo un mudo de posibilidades para que logréis está confortables en vuestras bicicletas.