La biomecánica en la bicicleta gracias al abaratamiento de la electrónica está más al alcance de todos de lo que hace años podíamos imaginar. La biomecánica ayuda no sólo a la posición sobre la bicicleta, sino a que esta se adapte a nosotros como un guante y nos ahorremos esas lesiones que en ocasiones originan actos tan sencillos como una mala colocación de las calas de las zapatillas, un sillín demasiado retrasado o una potencia con una longitud equivocada.
Dicen que si uno pasa más de 15horas encima de una bicicleta a la semana y siente molestias, lo aconsejable es realizar este tipo de estudios. Realmente no creemos que haya que sentir molestias para realizar un estudio biomecánico, pero si con los años, como a muchos nos pasa, sientes que algún tipo de molestia y no tienes en mente cambiar de bicicleta, puede ser interesante realizar un estudio de este tipo.
Los beneficios que puedes obtener, a parte de mejorar la postura y evitar lesiones o molestias, mejorar tu eficiencia, porque cada persona es un mundo y tiene una flexibilidad, unas medidas y una forma de pedalear únicas que hacen que este tipo de estudios cada vez sea más demandado y no sólo por profesionales, sino por todo tipo de aficionados.
La forma de trabajar de los especialistas en biomecánica pasa por adecuar la bicicleta al ciclista, realizando unas mediciones previas, luego analizando su posición sobre la bicicleta y finalmente adapta las medidas de la bicicleta al individuo. Esto quiere decir que adapta altura y desplazamiento del sillín, angulación, así como la distancia de la potencia su altura, además de la posición de las calas, algo realmente importante para evitar cualquier tipo de lesión.
Con todas estas regulaciones se previenen lesiones como las tendiditis, los dolores en la parte de detrás de la rodilla, el de cuádriceps, además del de cervicales o lumbares. Todo para que ir en bicicleta no sea una fuente de lesiones, sino una diversión allá dónde nos lleven nuestras pedaladas.
Como siempre recomendamos en Clootbike, que este tipo de estudios se realicen en centros especializados, dónde no sólo te coloquen unos sensores, sino que haya una entrevista previa, un conocimiento del ciclista y sus necesidades, así como una adecuación de todas y cada una de las partes con un razonamiento profesional, más allá de lo que pueda decir un manual de usuario.