Aunque hay muchos puntos de unión entre los diferentes tipos de deportes, uno que salta a la vista, son el uso de lentes fotocromáticas. En deportes de agua, de alta montaña y de bicicleta este tipo de lentes son muy valorada y usadas, pero… ¿Qué las diferencia del resto?
Para entender cómo funcionan estas gafas hay que saber que en su lente se incluye una sustancia química, como el cloruro de plata que son capaces de reaccionar a los rayos emitidos por el sol, los en ocasiones nocivos rayos UV que tan bien conocemos gracias a la cremas solares.
Pues bien, esta sustancia es capaz de hacer que la lente de las gafas se adapte a la luminosidad existente, de tal manera que estas se aclaran o se oscurecen según la incidencia del sol. Cuando decimos sol, quiere decir que sólo funcionan en exteriores, al menos la gran mayoría que usamos en ciclismo ya que reaccionan ante la incidencia directa de los rayos UV, por lo que incluso dentro de un vehículo podrían no oscurecerse.
También hay que recordar que existen diferentes calidades dentro del mundo de las lentes fotocromáticas y que estas no son perfectas. Para detectar la calidad de una u otra lente es importante fijarse en el tiempo que tardan en oscurecerse, que puede variar entre los 20 segundos hasta más de un minuto. Otro factor importante es saber el rango de temperatura de su funcionamiento, pues en zonas muy frías o para zonas cálidas hay que usar diferentes lentes pues puede llegar a ocurrir que con mucho frío no se aclaren o que con mucho calor no se oscurezcan.
Si tenemos en cuenta estos factores de calidad y el clima en el que usaremos las gafas, unas lentes de este tipo en el mundo del ciclismo son una gran ventaja, al adaptarse estas a la luminosidad durante el paso de las horas mientras vamos pedaleando. Sería como tener unas gafas polarizadas y unas transparentes puestas al mismo tiempo.
El salir por la mañana con apenas sol y volver a pleno sol por la tarde o bien salir al mediodía y llegar la noche sabiendo que no tenemos que parar para cambiar la lente de las gafas es una comodidad que se agradece. De la misma manera que pedalear en MTB por una zona boscosa oscura y salir a la claridad del monte.